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viernes, 2 de enero de 2015

CUBA: 56 AÑOS DE UNA REVOLUCIÓN QUE SUPERÓ TODAS LAS AGRESIONES DE EE.UU.

RT en Español.- Cuba festeja el 56 aniversario de su revolución. La fecha no es solo motivo de celebración sino también una lección de coraje y resistencia de quienes han vivido el proceso de cerca. 




Cuba: una epopeya de 56 años
Atilio A. Boron
En un día como hoy, hace 56 años, se abría una nueva etapa histórica en Nuestra América. Batista y sus esbirros, junto a sus mentores y compinches norteamericanos y la oligarquía pro-yankee huían de La Habana y se consumaba el triunfo de la Revolución Cubana. A partir de ese momento nada sería igual en Latinoamérica. El certero instinto del imperio no se equivocó, y desde su inicio la Revolución fue combatida a muerte, hostigada, saboteada, aislada, y sus líderes fueron objeto de innumerables atentados, igual que su pueblo. Fue víctima del criminal bloqueo comercial, financiero, migratorio, informático más prolongado de la historia universal, que todavía sigue aunque ya ha sido herido de muerte y sus promotores y ejecutores confesaron su fracaso.
Todas las armas se utilizaron con tal de destruirla. Pero no pudieron, y a pesar de ese furioso ataque garantizó para su población índices de salud, educación, acceso a la cultura y al deporte, y a la seguridad social iguales o mejores que los de los países capitalistas desarrollados Y además, hizo del internacionalismo socialista, de la solidaridad internacional, una bandera indeleble de lucha y llevó a sus médicos, enfermeros, educadores por todo el mundo, cuando sus detractores enviaban tropas y descargaban metralla. Y cuando su auxilio fue requerido para librar la batalla decisiva contra el racismo, el apartheid y los restos del colonialismo en África allá fueron los cubanos y en Angola derrotaron definitivamente a los baluartes de la reacción, como lo atestiguara repetidamente un emocionado Nelson Mandela. Si esa Revolución (así, siempre con mayúsculas) hubiese sido aplastada la historia de América Latina y el Caribe y nuestras pequeñas biografías, habrían sido completamente diferentes. Por eso, nuestra eterna gratitud y nuestra deuda con la Revolución Cubana -con Fidel, Raúl, el Che, Camilo," Barbarroja" Piñeiro, Almeida y los hombres y mujeres que lucharon bajo su conducción- es enorme e impagable. De ahí que nuestra solidaridad y defensa de la Revolución Cubana deba ser incondicional, permanente y activa, como lo fue en la campaña que hizo posible la liberación de "Los 5". Hoy seguimos en la lucha, más que nunca, porque el Imperio se apresta a cambiar de táctica para lograr, apelando al "poder blando" (¡un peligroso eufemismo!) lo que por más de medio siglo no pudieron obtener por la fuerza. Pero Cuba, con el apoyo de todos los pueblos de Nuestra América, resistirá y derrotará también la sinuosa embestida pergeñada por Washington.
¡Feliz 2015 Cuba, con tus hijos recuperados, rescatados de las cárceles del imperio!
¡Salud Fidel, salud Raúl! ¡Hasta la victoria siempre!
Que me perdonen la felicidad
La mañana del primero de enero se torna mágica cuando, aún con la resaca feliz del 31, nos empeñamos en caerle al 2015 con la fuerza de quien se reestrena, se reinventa, renace, se levanta...
Leticia Martínez Hernández - Cubahora.- 1ro de enero: Fecha en la que Cuba celebra el aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana en 1959, lo que constituyó el acontecimiento más relevante de la Historia de América Latina del siglo XX.La Revolución cubana arriba a su cincuenta y seis aniversario en este 2015.
La ciudad parece finalmente dormir. Casi amanece. En las calles pocos caminan, quizás quede algún trasnochador exagerado, pero las huellas de una jornada demasiado larga siguen allí. El 31 de diciembre acabó y con él el 2014, cargado de tantas emociones. Un año que trajo alegrías, que se llevó a algunos imprescindibles, que tuvo días de agobio, otros memorables, muchísimos sin penas ni glorias. Un año más, un año menos, o como canta Vicente Feliú: “…un año es siempre un año y nunca será suficiente”.
El primero de enero se estrena, mientras en los cordeles cuelga la ropa salpicada del cubo de agua lanzado a las doce de la noche anterior, ese aluvión que pretendió llevarse lo malo; en el mismo lugar de la casa vuelve a guardarse la maleta con la que algunos dieron ayer la vuelta a la cuadra para augurar el viaje de este año; en la cocina amanece la fuente de chicharrones que quedó de la comelata del último miércoles del año; en el patio está el corcho de la botella abierta luego del Himno Nacional; y en la calle habita el muñecón chamuscado, como señal de lo vivido o como aviso de que con esta mañana de enero muchos hacen borrón y cuenta nueva.
Entonces, uno se levanta filosófico, pensando en todo lo que nos espera, como si el cruce del 31 de diciembre al primero de enero no fuera más que un abrir y cerrar de ojos entre un miércoles y un jueves de una semana cualquiera. En la casa se amanece y el saludo del primer día tiende a ser el mismo: “Ey, no te veo desde el año pasado”.
Y vuelven a tenderse los planes de quien quiere ser madre, de quien anhela hallar al amor de su vida, de quien espera encontrar mejor trabajo, del que pretende cruzar fronteras geográficas, del que ansía mudarse, de quien desea comprarse un perro o de quien quiere ser mejor persona, empezar todo nuevo, olvidar malos momentos. Con una oración en metralleta, a todo el que se cruza vamos deseándole “amor, salud, dinero, prosperidad”; porque en ningún otro momento del año somos tan amigables.
La mañana del primero de enero se torna mágica cuando, aún con la resaca feliz del 31, nos empeñamos en caerle al 2015 con todo incluido, con la fuerza de quien se reestrena, se reinventa, renace, se levanta. Entonces nos parecerá mentira que haya pasado un año entero desde la última vez que prometimos lo mismo en otro viejo enero.
Como en Cuba el primer día del año toma otra connotación desde que unos guerrilleros, de verde y con barbas, decidieron asaltar la historia de este archipiélago, habrá espacio para festejar también por una Revolución irreverente, por sumar otro año a la locura de transitar a la izquierda durante más de medio siglo, por vivir en paz, por seguir aspirando en este 2015 a un país próspero, por la vuelta de nuestros héroes a casa, por un futuro que se torna hermoso… Y como dice el cantor, que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad.